Más de la mitad de los alimentos, a la basura. La mayor parte van a parar en el camino de la granja a la tienda, antes de que lleguen a nuestra mesa del comedor: el equivalente a cerca de 500.000 camiones cada año. El documentalista Valentin Thurn ha investigado la magnitud de este gasto a nivel internacional: en los contenedores de basura de mercados mayoristas, almacenes y supermercados. Ha documentado cantidades abrumadoras de alimentos perfectamente comestibles, algunos todavía dentro de su embalaje original y otros con una fecha de caducidad perfectamente válida "consumir lo preferentemente antes de" la fecha. Sólo en Alemania, hasta 20 millones de toneladas de alimentos se tiran año tras año. Y esta cifra va aumentando!
En una investigación para averiguar los porqués, Valentin Thurn habla con administradores de supermercados, panaderos, inspectores de mercados mayoristas, agricultores, ministros y políticos de la UE. Lo que descubre es un sistema mundial en el que todos participan. Se pretende que todos los alimentos estén disponibles en todo momento. Así, los supermercados tienen constantemente toda la gama de productos en oferta: el pan en las estanterías debe ser fresco hasta altas horas de la noche y las fresas están en stock durante todo el año. Y todo tiene que hacer muy buena pinta: una hoja de lechuga marchita, una grieta en una patata o un bulto en una piña hace que estos alimentos se retiren inmediatamente.
Este derroche tiene efectos desastrosos sobre el clima mundial. La agricultura junto enormes cantidades de energía, agua, fertilizantes y pesticidas; se tala la selva tropical, y todo ello provoca más de un tercio de los gases de efecto invernadero. Siempre que los alimentos se pudren en un vertedero de basura, también se escapa gas metano a la atmósfera, un gas que tiene un impacto sobre el calentamiento global 25 veces más fuerte que el del dióxido de carbono.
Un reportaje de Valentin Thurn.
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Hace falta la gente cuestionar la lógica del capitalismo salvaje que se ve hoy en día, que ya es mucho peor que la del capitalismo de los Años 60, por ejemplo. Hoy por hoy, el sistema se basa en valorar el desperdicio, el consumo de productos innecesarios, el fabricar bienes durables hechos para no durar, para que la gente necesite seguir comprando, y inevitablemente tenga que seguir botando cosas y aumentando el montón de basura que nos rodea en todas las grandes y hasta el medianas ciudades.
ResponderEliminarEl enlace no envia al documental completo, solo al teaser de TV3
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